Nuestros primeros pasos



Lo primero de todo que se hizo fue todo lo teórico,  como el concepto de organizaciones, la importancia y características que tienen, sus clasificaciones y su proceso. Investigamos y vimos todas estas cosas para poder guiarnos y entender como se hacia el proceso de tener un emprendimiento y lo necesario de esto. 
Luego vimos como hacer nuestras planillas para ver los precios, lluvias de ideas, como agruparnos para hacer las cosas, fuimos formalizando nuestros proyectos, que emprendimientos podíamos hacer (ideas).
Para ya arrancar empezamos con el foda para poder saber que cosas había entre los del grupo como fortalezas y debilidades.
Al principio, empezamos investigando y buscando ejemplos de lo que queríamos hacer. Teníamos un montón de ideas dando vueltas, pero ninguna nos convencía del todo. Algunas eran más simples, otras más elaboradas, pero todas necesitaban un poco más de trabajo. Fue un proceso bastante creativo, en el que fuimos comparando, analizando y tratando de imaginar qué podía funcionar mejor. Después de muchas charlas y dudas, finalmente nos decidimos por una idea que nos entusiasmó mucho y que sentimos que representaba bien lo que queríamos lograr como grupo.

Con la idea definida, el siguiente paso fue investigar los precios de los materiales. Esto fue clave para armar un presupuesto realista. Hicimos una lista bien detallada con todo lo que íbamos a necesitar: desde la porcelana fría hasta los elementos decorativos más chiquitos. Con esa lista en mano, empezamos a buscar proveedores, comparar precios y hacer cuentas. Armar los costos nos ayudó muchísimo a organizarnos y a tener claro cuánto dinero necesitábamos invertir al principio.

Al mismo tiempo, mientras ajustábamos los detalles del proyecto, también nos pusimos a investigar cómo funcionan las organizaciones reales. Esto nos abrió mucho la cabeza, porque nos permitió ver ejemplos concretos y entender mejor cómo podíamos estructurar nuestro emprendimiento. Gracias a eso, ordenamos nuestras ideas, definimos roles dentro del grupo y establecimos objetivos más claros. Aprendimos, por ejemplo, lo importante que es planificar, dividir tareas y tener siempre en cuenta al público al que nos queremos dirigir.

Uno de los momentos más complicados fue elegir el nombre de la empresa. Queríamos algo original, que llamara la atención, pero que también tuviera relación con lo que hacíamos. Probamos con un montón de nombres: algunos divertidos, otros más serios, algunos demasiado largos… hasta que, después de varias vueltas, encontramos uno que nos encantó y con el que todas nos sentimos identificadas. Aunque costó, fue una experiencia que nos hizo pensar en la imagen que queríamos transmitir.

Después de todo ese trabajo previo, por fin pudimos empezar a comprar los materiales que necesitábamos. Estábamos re emocionadas, porque eso significaba que ya podíamos meternos de lleno en la parte práctica del proyecto: ¡las manualidades! Pero justo en ese momento se sumó una nueva compañera al grupo. Su compañero tuvo que dejar el proyecto, así que ella se quedó sin grupo y decidimos integrarla sin problema. Fue un cambio inesperado, pero lo tomamos con buena onda. Reorganizamos gastos y tareas para incluirla, y ella se adaptó súper bien.

Con el grupo completo y todos los materiales listos, empezamos a trabajar con nuestras ideas. Usamos la porcelana y todos los elementos que habíamos conseguido para crear las manualidades que teníamos en mente. Fue un proceso muy creativo y dinámico, donde cada una fue aportando lo suyo. Algunas ideas fueron surgiendo sobre la marcha, y otras las fuimos puliendo mientras trabajábamos. Tuvimos algunos inconvenientes técnicos, como suele pasar, pero los fuimos resolviendo entre todas.

En resumen, este proyecto fue una experiencia súper enriquecedora. Aprendimos a organizarnos, a trabajar en equipo, a planificar, a resolver problemas y a ser creativas. Desde la búsqueda de ideas hasta la producción final, cada etapa nos ayudó a crecer y a entender un poco mejor cómo funciona una empresa en la vida real. Aunque aun quedan muchas cosas por pasar y mejorar con cada cosa que pasemos





El pasado 9 de septiembre tuvimos el honor de participar en nuestra primera muestra pública, un evento donde compartimos espacio con otras empresas del sector. Esta experiencia no solo fue una gran oportunidad para mostrar nuestros productos, sino también una manera de poner a prueba nuestras ideas y estrategias. En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de interactuar con un público muy especial: una escuela primaria que fue nuestra audiencia principal. El reto fue doble, ya que tuvimos que captar su atención y generar el interés necesario para poder presentar y vender nuestras creaciones.

Ahora, el 26 de septiembre, estamos emocionadas de abrir nuevamente nuestras puertas para una nueva muestra pública. Esta vez, con nuevos productos y diseños frescos, tenemos la oportunidad de seguir aprendiendo y mejorando mientras ofrecemos una experiencia única a nuestros visitantes. Esta muestra será una ocasión especial para que puedan conocer de primera mano las novedades que hemos preparado, y tal vez incluso encontrar una creación que se ajuste perfectamente a su estilo y esencia personal. Será el momento ideal para ver, tocar y, si lo desean, llevarse a casa una pieza única que refleje su personalidad. 

El 26 de setiembre realizamos la segunda muestra pública después de prepararnos por una semana. Durante este transcurso nos juntamos, creamos piezas nuevas y una vez seca las pintamos. Durante esta semana también adquirimos cosas nuevas como tarjetas de presentación con nuestro Instagram  

El día de a muestra tuvimos algunos problemas, como la falta de una de nosotras, y la falta de organización , pero al final, a pesar de los nervios y de nuestros problemas, logramos que todo salga bien.

En un inicio pusimos 8 piezas, un joyero con forma de carta de póker, uno que esta inspirado en Bob esponja, un cactus, un corazón con ojos grandes, un porta sahumerio con una una y tres porta sahumerio con forma de flore, en una final vendimos 3, piezas la carta de póker, el joyero de Bob esponja y una flor.



(Esta foto la sacamos luego de vender la carta)


Ahora nos prepararemos y organizaremos para la próxima muestra, también produciremos más cosas para vender por encargo y realizaremos un pedido.

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